Tomar la decisión de retirarse no es fácil, cuesta y en algunos
casos duele, sobre todo cuando nos toca alejarnos de personas a las cuales
hemos querido o amado tanto. Las separaciones no son fáciles, pero déjame
decirte una cosa, si lo estás considerando en tu mente o tu corazón te lo pide
¡hazlo!
No lo pienses mucho, porque mientras más tardes en hacerlo más te
costará y la verdad no sentirás ni menos dolor ni más dolor... igual será
doloroso.
Pero a veces sucede que alejarnos de ciertas personas es lo mejor
para nuestro crecimiento personal, romper y cortar con ese “lazo” que sentimos
que nos ata, dejar morir lo viejo para que llegue lo nuevo.
No se trata de ser malos, no se trata de ser indiferentes, es solo
que a veces es muy necesario para nuestro crecimiento personal.
Luego de un tiempo te darás cuenta que era necesario, porque
si eso que dejas no te aporta ni te hace creer es mejor retirarse, ya sea una
relación de amistad, de pareja e inclusive una relación laboral.
Todo tiene un tiempo de ser y si bien es cierto que todo llega
para enseñarnos algo, también es verdad que cuando ya lo hemos aprendido
debemos dejarlo ir y seguir al siguiente paso.
No tengas miedo, solo cuando lo hayas intentado te darás cuenta de
la paz que se puede sentir al soltar lo viejo y renacer a lo nuevo.
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