A veces creemos que llegará un momento
específico para ser felices y vamos dejando pasar las oportunidades que nos
presenta la vida porque creemos que para sentirnos felices debe ocurrir algo
sumamente extraordinario o fuera de este mundo y déjame decirte que ¡no!
Si estás esperando ese momento estás perdiendo tiempo para ser feliz, porque la felicidad está en cualquier momento, solo se necesita que veamos el lado bueno de las cosas.
Aunque hay circunstancias en las que podemos
sentir que somos felices, por ejemplo un noviazgo, un triunfo académico o
laboral, también lo son los aquellos momentos simples y cotidianos en los que
tú te lo permites. Con el simple hecho de ver lo bonito de los instantes
diarios, de aceptar que tenemos vida y que cada mañana nos levantamos sólo con
eso deberíamos sentirnos felices.
Disfruta
tus momentos en familia, con amigos, con tu mascota o simplemente disfruta la
brisa, el brillo del sol... acepta que tienes vida y mientras hay vida hay
esperanza y donde hay esperanza siempre habrá felicidad.

